No recuerdo muy bien cuando fue la primera vez que escribí una canción, un relato, un ensayo o simplemente, mis sentimientos en una hoja en blanco. Les cuento que muchas veces me cansa escribir acerca de “mujeres”... con todo lo que ellas representan. Me cansa, no por ellas, si no por que me encantaría poder escribir sobre muchísimas cosas más, por ejemplo, sobre las cosas que nos pasan día a día en este mundo degollado que nos dejaron y hoy tenemos que vivir.
No sé cuando va a ser el día que me despierte pensando en algo diferente a lo de todos los días, y la cabeza haga un clic y ahí sí, empiece a contarles sobre el barrio, los amigos, la familia, el mundo, las religiones, la muerte, romances de terceros, etc, etc, etc. Pero no, siempre que me despierto el primer pensamiento es ella... nunca la misma, depende con quién esté por esos días.
Hay gente que le apasiona matar gente cuando escribe, hay gente que le encanta hacer el papel de abandonado por cuantas mujeres se le haya cruzado por la vida, pero a otros simplemente, como a mi, le apasiona escribir... no importa sobre qué, simplemente escribir, inútilmente escribir... Sí, muchas veces pensé que escribir es inútil, es más... ahora, mientras lo estoy haciendo, pienso que esto es inútil... ¿para que sirve escribir?... ¿para que las psicólogas tengan un poco menos de trabajo?... la verdad no lo sé, simplemente sé que me gusta. Empezar con la hoja en blanco y vacía, y ver como mi puño empieza a combinar palabras, frases... y que esas palabras y frases, tengan coherencia y cohesión, es realmente increíble, por lo menos para mi... pero casi siempre cuento lo mismo: mujeres, desamores y amores.
Alguien, alguna vez dijo: “Se puede escribir sobre pocas cosas: amigos, la muerte, la vida y las mujeres”... y si pensamos que ya está todo escrito sobre esto, no tendríamos que hacerlo más. Realmente, no sé que me induce a escribir, simplemente lo hago y ustedes lo leen, si les gusta bien y si no les gusta, simplemente no.
El otro día un tipo que admiro mucho, me pregunto: "¿por qué te interesa tanto la opinión que puedo darte acerca de tus textos?", a lo que yo respondí: “por que los hago para ustedes, los que me leen”... yo escribo, ustedes me leen... ustedes escriben, yo los leo... me gusta eso, le encontré un sentido a todo esto de escribir... lo que todavía no sé, es ¿para que sirve esto de transportar los sentimientos del corazón, a una hoja?... el futuro sabrá explicármelo y si no le encuentro respuesta, lo seguiré haciendo... simplemente, para las personas que se interesan en lo que éste poeta trucho en rebaja, pueda ofrecerles y contarles.
Ya terminando un poco acerca de esto, que no sé bien que es... pero me agrada bastante... quería nombrar a algunas personitas que me ayudan mucho a vivir, que me ayudan en mis días melancólicos y que me dan un paragua, cada vez que llueve en mi corazón:
Gisela: La mujer por la que fue creado éste blog, gracias por todo lo vivido.
Pipi: Simplemente un gracias del tamaño de tu corazón... sos in-cre-i-ble.
Tincho: No tiene un paragua, tiene una sombrilla y demasiadas cosas claras para sus 16 años.
Ser: Un tipo increíble, que mediante letritas puede ayudar más de lo que se imagina.
Joni: Tu espontaneidad es lo mejor que tenés, un amigazo en poco tiempo.
Leo: Las enseñanzas mutuas son lo más de nuestra amistad, estamos un poco mimetizados... ahora, sos mejor que antes. (te puse último así tu ego baja un poco de la casa de dios y te sentís menos importante)
Los quiero a todos... a ver si algún día me lo dicen a mi. Cuac!