¿Viste cuando sentís que la mala suerte está de tu lado?, bueno... a mi un día me pasó totalmente lo contrario, te cuento! El día empezó con un sol alucinantemente brillante asomandosé por mi ventana, digamos que invitaba a pasar el día con él. Me levanté de la cama, fui al baño. El botón del inodoro, sorpresivamente, andaba de maravillas, habia pasta dental y el cepillo lo encontré sin mirar mucho el resto de los cepillos. Me lave los dientes y bajé con ganas de tomar el desayuno de todos los días. Abro la puerta, saludo al perro y cuando voy a abrir la heladera para sacar la leche, veo mi taza llena de café con leche... mitad de cada uno como prefiero yo. Genial...! Diario en mano y café preferentemente tibio para los días de calor. Un desayuno inolvidable. Digamos que el día había empezado muy bien. Prendí la radio y estaba sonando mi tema preferido ¿es necesario que diga cual?... no! Lo susurré un rato y seguí escuchando unos de mis cd's favoritos... y de la mano de Velvet Underground me hundí en un limbo... no tan parecido al limbo que comparto ahora (chiste interno)... bueno che, a veces es bueno tener chistes internos con la gente que siempre pasa por acá. Sigo contando mi día. Luego de hundirme en ese limbo, tenía más ganas de salir... y lo hice. Salí a pasear por mi querido Burzaco... y por sus calles que tienen las marcas de mis pies, salude a Daniel como todos los días, a César el almacenero, al pizzero Yayi y seguí por 9 de Julio. Cruzé el paso nivel, por donde pasa mi tan "amado" tren Roca que todos los días me lleva a Constitución, y decidí frenarme para ver pasar el tren... sí, como cuando tenía dos años y mi abuela me apoyaba en las barandas para ver pasar a mi abuela en su tren Diesel que tocaba bocina sin parar. Buehhh... esta vez vi el tren solo, no era Diesel, ni mi abuelo era el ferroviario... pero me apoye en la baranda. Pase por la feria, y el olor a pescado no era tan fuerto como todos los sábados que pasaba por ahí. Toda la mañana fue muy buena... a lo mejor decaía entrando la tarde, pero no... el destino tenía ganas de darme otras alegrías. 14.00 hs... hora de almorzar, asado preparado, mesa puesta en el fondo, y para tomar... Coca-Cola bien fria y por si no era suficiente el frio de la Coca, cubitos... un almuerzo muy rico, charlando y disfrutando junto a la familia, como en las viejas épocas. Entrando la media tarde... unos mates, galletitas, música y mimos. Los mates se estiraron hasta largas horas del atardecer... cuando el sol se estaba yendo a dormir y la luna empezaba a salir a pasear, la cosa no cambió. Siguió todo tan perfecto como a primera hora. Empezamos con una picadita, gancia, fernet, salamín, quesito y varios etcéteras. Se hizo la hora de cenar y cenamos.. charlamos de todo lo que cada uno que compartía la mesa tenía ganas, un rato de sobre mesa, postre y decidimos terminar el día mirando una pelicula... tomando Champagne... no! era demasiado. Alegrias que de vez en cuando... es lindo compartir, en medio de tanta malaria dando vueltas. |
3 Comments:
Te dejo un regalito... tu texto me dejó pensando en algo así...
(demás está decir que no es mio,no?)
"En las montañas de Valkeri entre los pavorreales que se pavonean
encontré una flor tan grande como mi cabeza y cuando me estiré
para olerla perdí el lóbulo de la oreja, parte de la nariz, un ojo
y la mitad de la cajetilla de cigarrillos. Regresé al siguiente día con la intención de cortar
aquella maldita cosa, pero la encontré tan hermosa que mejor
maté un pavorreal".
...
Un día perfecto? A veces sólo depende de cómo se miran las cosas...
(nada es demasiado)
Besote
Na...
lindo lindo dia
poema de bukowski para el final
abrazo
si existe un dia asi lo quiero ya!!
todos los huracanes al fin o al cabo se acaban y traen paz.
saludos
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