lunes, mayo 30, 2005

Testigos

La puerta, la escalera de entrada, los sillones, el living, la tele... vos y yo. La escalera que da a tu cuarto y tu cuarto, la cama, la almohada, el escritorio, el placard, la música. Las calles, el bar... la cerveza, los cigarrillos, el encendedor, el cenicero... nuestras miradas. Las gentes, los autos, los arboles, la noche y el cielo... nuestras manos. El frio, los nervios, la computadora, las sabanas, la mesa de luz, la lampara y la mágia (que no se pierde).
Las monedas, el llavero, la sigilosa cerradura... el espejo, el corcho, el diariero y el diario. Todo esto fue testigo (sin darnos cuenta) de nuestro primer beso. Estas cosas, durarán más allá de nuestro olvido y nunca sabran si nos hemos ido.

martes, mayo 24, 2005

entendimientos.com

"En algunas cosas no te entiendo, no sé que es verdad y que es mentira", me dijiste susurrando con tus dedos.
Entonces me puse a pensar que a lo mejor no querés darte cuenta de como son las cosas de este lado del mostrador. Paso a explicarte que en las verdades que digo hay un poco de mentira y en las mentiras, un poco de verdades. No es tan difícil de entender, siempre y cuando de ese lado del mostrador, estén las ganas de comprender a un poeta pagano.
Alegás no hacerte cargo de algunas cosas... si sabés que hoy por hoy, sos la única que puede sacar adelante a éste poeta gris, que camina con garúa finita y muchas veces se viste de superado, por el sólo hecho de ver "tu sonrisa".
Quedate tranquila, la mágia no se pierde... por que la mágia en todo esto, la ponés vos, yo simplemente, escribo sobre ella y lo que me hace sentir. No es mucho, no es poco... es lo que hay. Hoy por hoy, lamentablemente, es lo único que te puedo dar. Versos de "amores cariados" y relatos que a veces "besan la lona"... pero se que a vos te alegran el día.... y a mi también. No te empáches tragandote palabras... apostale al destino que nos queda por vivir... si es que el "nos" ya significa un "nosotros".

lunes, mayo 23, 2005

Ojos ciegos

La comencé el jueves a la noche, la abandone... y la termine hoy en 10 minutos... otro corte de Ciudad Descalza y otra musa en el camino de mi cabeza. Gracias a vos!

Vas con corona de princesa,
y mirada celeste de "yo no fuí".
Sabés lo que provoca tu mirada,
pero no a quién se la hacés sentir.

Cuando no estás cerca mio,
mi mundo se desvanece por completo.
Me comentás que no sabés por qué,
y tampoco de que se trata todo esto.

Me encuentro en éste sur frio y despiadado,
estando distraído y sin tus brazos.
Comienzo a desvariar,
al ver tu figura en la oscuridad.
Ya no sé que hacer, no sé como actuar,
te miro a lo ojos y me pierdo una vez más.

En esta canción simple,
simple como vos y como yo,
sólo quiero entregarte,
un poco más de mi amor.

Se que ayer no pude,
que hoy no puedo.
Pero pasado mañana,
el amor vuelve a repartir cartas.

Me encuentro en éste sur frio y despiadado,
estando manco y sin tus brazos.
Comienzo a desvariar,
al verte desnuda en cada rincón de mi andar.
Ya no se que hacer, no sé como actuar,
te miro a los ojos y me muero una vez más.

jueves, mayo 19, 2005

Cuarto desnudo (de musas)

Estoy en esos momentos de la vida, donde las poésias, las canciones, los relatos y todo lo que tiene que ver con la literatura, no anda por el barrio de mi cabeza, ni por la esquina de mis sentimientos. Sobran musas, faltan palabras y frases... se amontonan las torpezas y renacen -como el ave Fénix- los recuerdos que no me paran de clavar puñales agridulces por la espalda.
Paro, levanto la cabeza... pienso. Te imagino de la mejor forma frente a mi, para ver si así puedo escribir algo que valga la pena... No puedo, me vuelvo a tropezar con el recuerdo de que no sos mia, y que nunca lo vas a hacer.
3.44 am, el jueves empieza a ser cobarde una vez más, o ¿seré yo que los jueves desciendo y dejo de ser un poeta pagano? ... a lo mejor nunca lo fuí, "los recuerdos se hacen de mujeres perdidas".
Recuerdo tus ojos, tu boca, tu cuerpo, tus ganas de ser increiblemente hermosa cada vez que comienza un nuevo día. Empieza la inspiración, y te cuento que nunca pude mirarte directo a los ojos, no sé si te diste cuenta.... supongo que a esta altura ya esta todo "dicho" o la mayoria de las cosas.
Pasa el tiempo... segundos, minutos, cuartos de hora... voy a la cocina, me sirvo una cerveza caliente a ver si ayuda. Vuelvo a mi cuarto, la hoja sigue reposando sobre la almohada que tantas veces beso tu pelo. 4.17 am, cierro los ojos... te cuento secretos que nunca vas a escuchar, cosas que nunca van a llegar y que hoy no te entregue. Creeme, no sé que hacer con vos, sos más fuerte de lo que yo puedo ser... tenes todas las de ganar en este round de mala muerte. Ojo, solo en este.
Vuelvo a cerrar los ojos, pero antes afilo el hacha del destino que nos queda por vivir. Me voy a soñar un rato... con vos.

martes, mayo 17, 2005

Soledades

Hay soledades buscadas, provocadas y gozadas con fruición. Momentos en la vida más cortos o más largos en los que elegimos estar solos. Decisiones importantísimas para las que necesitamos imperiosamente la calma y la lucidez que aclaren nuestro juicio y nos permitan escoger la mejor opción y, aun en el caso en que comprobemos que hemos errado el camino, la equivocación será sólo nuestra y no tendremos la tristeza extra de haber metido la pata por consejo ajeno.
Hay momentos íntimos y absolutamente individuales en que la alegría, el llanto, el júbilo, la amargura, la euforia o la depresión tienen que ser sólo nuestros. Momentos extraordinarios en los que una paz cósmica nos protege del caos y la confusión, y ahí estamos, solos, sin pena ni añoranza, casi como bebes recién nacidos.
Es el mágico momento en el que uno decide entrar a ver esa película que ningún familiar, amigo o conocido quiere compartir porque es un bajón, porque es muy larga, porque es muy estúpida, porque es demasiado comercial o demasiado artística, porque no le gustan los cines del shopping o porque no la dan en ningún shopping y «yo a los cines viejos no entro ni borracho, ¿viste?» Y entonces uno, más uno que nunca, se mete por propio gusto a hacer lo que se le canta y se le chifla, contra viento y marea.
Existen esos momentos en los que "el alma se serena" y la meditación sin chantada esnob de gurús de ocasión se nos impone como remanso y facultad pensante que nos diferencia de nuestros amigos de cuatro patas, ojitos tristes y rabos juguetones. A veces son momentos en los que la vida nos enfrenta con problemas muchos más complejos que elegir una película, momentos en los que la soledad ayuda y elimina la confusión de oír veinte campanas y ningún sonido.
¡Bendita soledad aquella que elegimos! ¡Maravillosa quietud para evaluar, sopesar, elegir y reflexionar!
Maldita soledad, en cambio, aquella que nos priva de seres queridos y amigos entrañables que se nos van y nos dejan sin referencia, sin códigos comunes, sin complicidades de vida, sin recuerdos compartidos, sin secretos repliegues de nuestra existencia que sólo ellos conocen y valoran. Maldita la soledad de la casa vacía que un día estuvo llena, la soledad de no oír respirar en la habitación contigua o en la propia cama al compañero que no está. Perversa soledad de la cosecha amarga que les toca a aquellos que no han sabido cultivar la amistad y, llevados por la arrogancia, el orgullo, el mal genio y el egoísmo, han sembrado vientos y soportan las tempestades de la peor soledad y el peor vacío. Quien ha tenido el tino, la sabiduría y la inteligencia de abrirse al amor, al afecto, a la amistad y al humor, es muy difícil que sufra la amarga soledad del fin del día. Uno ve a esos viejitos de la plaza que se enroscan en discusiones políticas y morales o en interminables torneos de bochas o ajedrez, a esas viejitas que van a clase de gimnasia o de danza folklórica en centros de jubilados, clubes o espacios verdes, a veces con su perro faldero o su tejido o su diario, y se da cuenta de que esos "solos" tienen compañía, que cada roto encuentra su descosido y que la peor muerte es la del aislamiento, el autismo y la bajada de brazos ante la "fiera venganza del tiempo".
No es bueno tenerle miedo a la soledad. Sólo hay que saber que lo que se pierde se puede recuperar de distintas maneras y con diferentes modos. Es terrible buscar en el nuevo amigo el símil de aquel que no está más; es tonto buscar el reemplazante de aquel amor inolvidable que nos llenó de dicha y que no volverá.
Es más inteligente procurar nuevos amigos, nuevos amores, nuevas compañías, que serán originales, distintas y por lo tanto estimulantes.
No hay peor solitario que el que se aferra a lo que ya fue o a lo que no pudo ser. El buscador de compañías, el que no se entrega, el que sabe hablar consigo mismo y con sus queridos fantasmas se proyecta hacia un futuro lleno de sorpresas, con la ilusión de un niño al que siempre le falta algo por aprender.

jueves, mayo 12, 2005

Tarde gris, día gris

Tarde gris, día gris. Son esos días donde los poetas sacan lo mejor de sí. Pero como no me considero poeta, ni mucho menos buen escritor haremos lo de siempre. Improvisar.

Dedicado al que se sienta identificado.

Mientras venia al trabajo, miraba al cielo y era como mi alma. Lo note gris, triste, sin ganas de llover, ni con ganas de invitar a pasar al sol.
Hoy me siento parecido: no tengo ganas de llorar, ni con ganas de que la sonrisa sea parte de mis gestos. Día gris, tarde gris. Son esos días que es mejor no salir. Estos días en que a la sonrisa se le torna tan díficil asociarse con mi cara, y encima la alegria de los otros, te taclean de la peor forma.
Sentís que todo es mejor de lo que vos podés ofrecerle al mundo: que sus miradas son más potentes que las tuyas, y sin pensarlo te das cuenta que estás tan cascoteado de todo, que preferís irte al lugar en el cual sabes que nadie te va a encontrar.
Tristes días sin sol. Aunque no lo crean, el alma de uno (por lo menos la mia) tiene mucho que ver con el cielo.
Son tristes los días nublados, primordialmente por que no hay sol y segundo por que no llueve. Muchas veces me dan ganas de retrucarle eso al cielo: "Llorá o reíte, pero no te quedes gris, si no a nosotros que nos queda"... Y al parecer el contesta parecido en estos días: Tarde gris, día gris: es lo que hay...
Y ahí si, me voy silbando bajito con la risa perdida.

martes, mayo 10, 2005

Risas de bar

Juro que no se como llamar a lo que leerán a continuación, relato tal vez?

Despúes de la gentileza del otro día, me parece que es lo mínimo que puedo regalarte y más sabiendo que te gusta.

Que me mirés con complicidad. Que tus risas sean complices de las mias. Que nos entendamos de la misma manera, es realmente perfecto. Perfecto como vos y prefecto como yo. Ahhhh, no te diste cuenta?, bueno, lamento decirtelo por acá. Sí, somos perfectos, cada uno a nuestra manera, pero perfectos al fin.
El otro día hablaba de las miradas, vos tenés una mirada que no tiene cualquier mujer y lo sabés... tu mirada a veces me ayuda a hacer este tipo de cosas... te preguntas ¿como lo hago?, te cuento que a nosotros, "los poetas paganos", las medusas modernas (como dice un amigo), nos ayudan mucho a inspirarnos. Tu mirada, tu risa complice, tus palabras, tu buena onda y tu simplicidad de ser lo que sos, genera muchisimas cosas en los poetas maltratados, como vos y como yo. ¿Ahora te das cuenta por que somos perfectos?.
El otro día te estabas riendo de esto, sin darte cuenta... ahh te acabo de sorprender, no sabías que esto era para vos. Bueno, sí, es para vos, y repito (a ver si te cierra), es lo mínimo que podía hacer, después de la gentileza del otro día.
Decía que el otro día te estabas riendo de esto, estabas tan entretenida que no te diste cuenta de nada. Bueno si, estaba borracho mientras lo hacia, lo admito. Pero sabía lo que hacía y sabía a que queria llegar, te estarás dando cuenta ahora.
Gracias por ayudarme a postiar algo y sin darte cuenta, ojala sigas siendo musa inspiradora de muchisimos poetas paganos, como vos y como yo.

lunes, mayo 09, 2005

Domingo Muerto

Mi día de ayer fue igual.

Te acostaste sólo como siempre, sólo. Nada que acariciar y te tomaste todo como siempre, todo, resaca y cross de Termidor. Te patotea el sol en la persiana y te queres morir con ese gusto a cal en la boca y no te podés dormir... Tus parientes con la babamuerta colgando, pegados al televisor la vieja llama a comer los fideos y vos, y vos vomitando el bidet... Otro domingo muerto en la ciudad aburrimiento para convidar.
Volvés a tu cuarto y llamás a tu novia te atiende el contestador prendés la radio y Boca es undesastre, 2 a 2 con Mandiyú... Salís a la calle a buscar un amigo todos tienen otro plan y terminás abrazado a una quilmes, el lunes te empieza a clavar el arpón. Otro domingo mueto en la ciudad aburrimiento para convidar.

martes, mayo 03, 2005

Miradas (Parte II y última)

... Te sentía hablar, mientras no sentía mis ojos. Sí, ya me los habías robado, no te bastó con lastimarlos, quisiste que fueran tuyos por siempre. El perfume de tu cuerpo era para mi, como el bastón de los ciegos, seguí tu perfume y me ayudaste a sentarme en el primer bar que encontramos.
-Devolveme los ojos. Te supliqué.
-No sé como hacerlo. Respondiste.
En ese momento me pregunte si no sabrías o no querías hacerlo y la verdad esa duda me carcomia el alma.
Recordaba tu cara a la perfección, tus rasgos, tu pelo, tu boca y sobre todo tu mirada, esa que me sentenció a recordarte de por vida, como la mujer que me robo los ojos.
La pesadilla empezaba a asustarme y comenzaba a no poder manejarla, en cuanto pude dije: basta!!. Me senté en la cama, abrí los ojos, los toqué para saber si estaban en el mismo lugar que la noche anterior. Sí, ahí estaban, arriba de mi naríz y abajo de mi frente.
Decidí no volver a cerrarlos por lo menos por hoy y me fuí, como todos los días, caminando de frente al sol, que me quema la mirada.
Llegué al lugar donde te había cruzado en mis sueños, te ví venir y pensé que lo mejor era cerrar los ojos y que tu mirada no penetre en la mia.
Por que al final, vos no sabías el poder que tenían tus ojos, pero yo, sin darme cuenta, ya habia averiguado lo que era mirarte.

FIN