Mirada (Parte I)

Venias caminando justo hacía mi. Te miré, me miraste, sonreiste y esquivaste mi presencia. Creo haber sonreido yo también en ese momento, la verdad no lo sé; mentiría si digo que sé como reaccioné ante tu simple belleza. Me di vuelta para seguir con mi mirada hacía donde ibas... te seguí... sin que te dieras cuenta.
Era fácil seguirte -aunque había demasiada gente a tu alrededor-, era fácil por que tu figura se distingue ante los demás, brilla, no se como explicarlo.
Por un momento pensé que sabías que estaba allí, mirandote, estudiandote, en cada paso y en cada gesto; pero no! sólo era mi imaginación. No sabías que tu mirada era letal, para un tipo gris como yo.
"Miradas que son más que miradas..." Debo aceptarlo, esa mirada me dolió... sí, ahí en los ojos. Por eso te seguí, para devolverte esa mirada. Pero que iluso de mi parte, si la primera vez tu mirada penetro tanto en mi, ni pensar en la segunda vez que tus ojos se clavaran en los mios. No me equivoqué. La segunda fue letal, te miré como pidiendote morfina para poder seguir.
-Perdón. -me susurraste al oído-.
-Suelo hacer este tipo de cosas.

Continuará...

Un sábado más

Era un sábado más en mi vida, la única diferencia con el resto de mis sábados, eran dos: la primera, era que al otoño no le alcanzaba con soltar las hojas de los árboles, si no que también, se empecinaba en destruirme lentamente con su viento letal. La segunda (y más importante), estaba con vos. Cuando digo que estaba con vos, no me refiero a tu compañia, aunque así lo fuera. Intento explicar lo que eso significa para mi, que sin darte cuenta cambias mi mundo por completo, simplemenmte con tu mirada.
Caminamos buscando un lugar, un lugar para emborracharnos de miradas, de caricias (aunque me prohíbas mimarte en público), de risas. Después de varias huellas, lo hallamos. Me miraste sonriendo, te devolví la sonrisa sin pensarlo, nos entendimos a la perfección en ese momento, ya que ambos sabemos que ese bar (para muchos), es para nosotros la cuna de nuestro amor, ahí fue donde empezamos a contarle cuentos a nuestros sueños.
Entramos, te invite a sentar y luego de que lo hicieras, yo lo hice (a veces me acuerdo de ser caballero), te pregunte que querías tomar y le encargué un Daikíri y un Gin tonic, a la mesera. No sabía por qué, pero la magía que apareció en la puerta del bar, se fue desvaneciendo a medida que nuestros pasos se acercaban a la mesa. Ambos mirabamos hacia el horizonte, pero no al mismo, vos al tuyo y yo al mio.
Se me hace tan difícil sentarme con vos en una mesa, será por eso que no sé que hacer o que decir y simplemente intento expresar con miradas lo que me provocas. A lo mejor a vos te pasa algo parecido, no lo sé, solo intento averiguarlo mirandote.
Luego de un rato, me anime a tomarte la mano y a pesar de que hace un rato largo que estamos juntos, cada vez que te tomo la mano es tan difícil como la primera vez y las hormigas por mi esófago siguen caminando como siempre.
Después, te animaste a hablarme; el tiempo fue pasando si darnos cuenta y la muchedumbre empezaba a molestar a las palabras dulces que salían de nuestras bocas. Pagamos y partimos de "nuestro lugar", así lo llamamos desde aquel día ¿te acordás?. El otoño seguia derribando hojas y nosotros nos fuimos, tomados de la mano y mirando hacía el mismo horizonte.
Solo agradecerte me queda, no solo cambiaste mi vida, si no que haces que un sábado, no sea un sábado más.

Carolina

Bueno, una vez más poemas para amores vencidos y en mal estado. ¿que hariamos sin ellos? seguro que este tipo de cosas, no. Hoy soy felíz, pero revuelvo mi pasado para escribir cosas como estas... vieron, para algo sirven los fracasos de amoríos. Abrazo!

No es casúal que no te encuentre,
figurita repetida si te queres perder.
Por si acaso, intento buscarte en la calle,
en nuestros escondites, nuestros lugares.
Pero más que nada en la libreria de Corrientes y Uruguay,
que tantas veces nos descubrió de la mano,
y hoy nos ve separados y desalineados.

Puedo acostumbrarme a tus desapariciones,
pero no me acostumbres a no tenerte.
Intenta no dejarme nunca más,
por que ayer recindí contrato con mi soledad.

No te vayas de mi palacio de amor,
vos, más que nadie, sabe que es el mejor.
Aunque este barco está tocado,
tengo dos salvavidas para naufragar,
y así irnos bien lejos de todos los demás.

Si te digo que te necesito como ayer,
y que en éste poker nunca ligue.
¿Jugarías una mano más?
Apuesto todo para abandonar mi soledad,
y emborracharme con tus labios una vez más.

Un Az en mi manga sólo pido,
para llevarme toda tu riqueza.
No sé si es lo único que quiero,
pero en este juego, se que hoy no pierdo.

Perros

Ayer a la noche reflexionaba cuantas veces me di la cabeza contra la pared con amores vencidos. Si les cuento que no me alcanzan los dedos de mi mano para contar los chichones de mi frente, ¿me creen?.
Les presento "Perros", explica mejor este asunto.


Siempre te sentaron bien las tardes de perros,
y esta ves la historia no tenia ganas de ser mas que menos.
Justo ahora nuestros besos se tiran a chanta,
y lo único que se escucha son los besos de nuestra nostalgia.
Pero esta vez la suerte no quería hacer magia.

Te busque en el fondo de todos los bares.
pero esta vez la memoria no estaba lista para tus malabares.

Acá me tenes, solo de esperar,
amordazado con tu nombre,
derramado en un bar.
Se hace de día,
pero a nosotros, mi amor, se nos vino la noche.
Acá me tenes derretido de frío,
amordazado con tu nombre,
derribado en un bar.
Se hace de día,
pero a nosotros, preciosa, la noche se nos cayo encima.
Pero esta vez los “peros” tenían miedo de hacerse valer,
y la noche se vino con todas sus luces,
y nosotros, bonita, remando contra una pared.

Milwaukee

Bueno gente, les dejo un relato que espero, guste.
Besos y vasos!

Ella puso las patas arriba del guardabarros y dijo: -"podemos pasear juntos por 500 lucas", mientras se acomodaba toda esa montaña de tetas... -"Mal puerto mami", le dije..."siempre que viajo vuelvo solo"-"Podés dejarme donde se te cante"sonrió con tres dientes y comenzó a arrastrarme... Entonces subimos 39 escalones, ella pateó una puerta, y yo apagué casi todas las luces de ese cuarto roñoso-"no voy a estar cuando chilles, voy a irme antes de las sirenas"-"Sacate todo mi amor...¿Querés ducharte?, ¿te gustan mis medias? -"No va a llevar mucho tiempo, unos tajitos, hundirla y hundirla..." -"No tengo apuro beba, esta noche la fiesta va a ser feroz; no tengo apuro mi amor esta noche mi fiesta es tu fiesta..." -"Hagamosló... Arriba y abajo, ¿te duele bastante?...yo te avisé"...,"no grités tan rápido el viaje apenas empieza. El paisaje es hermoso, tus medias son hermosas y es hermosa tu sangre..." tu mano se ahorca en la mía y estás gritando tu sombra se arruga en el techo y yo estoy limando con mi cuchillo tu carne... arriba y abajo la fiesta se llena de tripas, y abajo la danza se pone más roja, tu cara es un mono asustado y yo soy la jaula"este es mi juego favorito, ¿cuál es el tuyo? ¿jugás backgamon? tu sombra se arruga en el techo y estás perdiendo tu mano se ahorca en la mía y yo estoy limando y limando con mi cuchillo tu carne. Levanté el cuchillo fuí hasta el baño y me di una ducha. Ella enchastrada en las sábanas gritando...hijo de puta..." en la heladera quedaban tres cervezas tibias, en quince minutos salía un tren de Constitución y yo no estaba tan lejos. Le dejé las 500 lucas arriba del corpiño y le dije "hasta acá viajo..." y me fuí justo antes de la primer sirena...

Decir que no

Muchas veces nos cuesta decir que no, sobre todo a esas personas que con una simple mirada nos cambia todo el guión de nuestras vidas. Esto trata de eso, de lo dificil que es decirle que no a las personas que nos incendian con sus miradas.


Esta es una historia
como todas
llena de amor, de terror,
de sueños y de roñas.

Se trata de una vecina,
con cara de yo no fui.
Con un broche, un escote,
unas piernas y un abril.

Me falto decir
que falto yo,
que siempre fui un sueño,
en sus pesadillas.

Ella me dio un anillo,
que lo guardo en el bolsillo.
Lo llevo de recuerdo,
de las noches que no supimos
decir que no.

Hoy se sabe
en todos lados.
Que importa, la posta
es que los de afuera
son de palo.

En esta historia
ya estoy involucrado.
No quiero largar, ni safar,
yo quiero hacer un postgrado
de amor, ya que solo
ando con un doctorado
en soledad.

Te di mis manos sin brillo,
que hoy llevo en los bolsillos.
Necesito chocar con tus labios,
de nuevo y otra vez no saber
decir que no.

Soledad

Bueno gente, inauguro mi blog literario con mi reciente ¿obra? Soledad, espero que guste y si no gusta, sus críticas serán constructivas. Ya cortado el moño, les presento mi Blog. Besos y vasos.

Miro de reojo al teléfono y a mi corazón,
tratando de saber cual sonará primero.
Sería tan lindo olvidarme de vos,
como me olvido de olvidarme de hacerlo.

Todo sería más sencillo,
si no hubiera probado tus labios,
si hubise intentado no enamorarme.
Pero la suerte para variar,
olvidó golpear mi puerta una vez más.

Decime princesa: ¿cómo hago para acostarme con mi soledad?
Hoy soy menos que la limosna de un mendigo,
Decime cielo: ¿cómo no recordar tu sonrisa?
Hoy estoy menos alegre que tu pasado.

Encima esta pesadilla que se acuesta en mi almohada,
se arropa y me hace un lugar,
mi memoria en penitencia para no pensarte,
chusmea con mis tristeza y ellas cobardes por hobbie,
se quedan imnsomes para lagrimearte.

Yo me voy a dormir con mi soledad,
ella es la única que me entiende,
es la que nunca se olvida de mi,
es la que todos conocemos pero nadie la quiere cuando la perdemos.
Explicame: ¿cómo hago para no recordarte en ésta habitación?
que todavía tiene tu perfume.