Decir que no

Muchas veces nos cuesta decir que no, sobre todo a esas personas que con una simple mirada nos cambia todo el guión de nuestras vidas. Esto trata de eso, de lo dificil que es decirle que no a las personas que nos incendian con sus miradas.


Esta es una historia
como todas
llena de amor, de terror,
de sueños y de roñas.

Se trata de una vecina,
con cara de yo no fui.
Con un broche, un escote,
unas piernas y un abril.

Me falto decir
que falto yo,
que siempre fui un sueño,
en sus pesadillas.

Ella me dio un anillo,
que lo guardo en el bolsillo.
Lo llevo de recuerdo,
de las noches que no supimos
decir que no.

Hoy se sabe
en todos lados.
Que importa, la posta
es que los de afuera
son de palo.

En esta historia
ya estoy involucrado.
No quiero largar, ni safar,
yo quiero hacer un postgrado
de amor, ya que solo
ando con un doctorado
en soledad.

Te di mis manos sin brillo,
que hoy llevo en los bolsillos.
Necesito chocar con tus labios,
de nuevo y otra vez no saber
decir que no.